jueves, 6 de junio de 2013

In Crescendo

Me acercaba los domingos y le preguntaba por determinado libro que acaba de salir, por tal autor que estaba en todas las reseñas. Me miraba, como tantas otras veces que le había hecho la pregunta, y me respondía, que era Él o Ella, y que lo reconocías desde la primera línea. Esa respuesta me encantaba ya que de ella se infería que el el librero, un lector voraz, concienzudo y de largo recorrido, suponía en mi una cantidad de lecturas desorbitadas. Como no era plan disgustarlo, yo decía que que bueno, que siendo así me lo llevaba.
Este método, altamente eficaz y no patentado, tiene sus limitaciones, claro. El dinero y el tiempo que puedas dedicar a leer principalmente. Pero la más importante radica en la ignorancia del que pregunta. Así el tipo puede estar años sin saber de la existencia de Rafael Chirbes. Y peor aún, una vez sabida su existencia no haber hecho nada para solucionarlo. 


La calidad es Mimoun es inversamente proporcional a su extensión. En apenas ciento y poco páginas, Chirbes desarrolla un inquietante, malsano e irresistible escenario. Una historia marcada por un destino extraño desde el inicio ("Cuando tome la precipitada decisión de vivir en Marruecos"), llena de personajes silenciosos que nos hacen pensar en aquellos desgraciados que se apuntaban a la Legión Extranjera en el fin del mundo (La Guyana!) con el fin de escapar de secreto atroz. Situada en un lugar inhóspito, hermoso y peligroso, a juego con sus moradores. Escrita con la agobiante sensación de una resaca in crescendo, como un tambor, un tamtam que se aproxima, que avisa de la llegada de la batalla, del Momento.

No dudamos que leeremos todo lo de Chirbes.  

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