jueves, 17 de octubre de 2013

Westropolis

En su orgullo de padre creía ver en la las lágrimas de su hija (realmente pocas lágrimas pero si muchos gritos, patadas y desfallecimientos) el dolor por verse sin su padre por unas horas.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo también hubiera pataleado como una loca.

Saludos!